martes, 21 de septiembre de 2010

¡Más "Kitto-Katto"!

Pues sí, como muchos sabéis, he vuelto de mi segundo viaje a Japón hace poco más de dos semanas. Y como yo nunca abandono mi actividad de campo, he hecho mis deberes y he comprado y catado varios sabores de Kit-Kat (Kitto-Katto según la pronunciación de allá), de esos que solo se fabrican y venden en el país del sol naciente.




Primeramente compré en un super una bolsa de mini Kit-Kat con sabor a yogur y aloe. La cobertura, como suele ser habitual en este tipo de variedades más exóticas, era de chocolate blanco, que quizás supone una base más neutra para combinar con otro tipo de sabores. No sabría decir a qué sabe el aloe, y no puedo decir que detectara un sabor desconocido con el que decir "ah, así que esto debe ser el sabor a aloe", pero sí que tenía un suave toque de yogur, por lo que no era demasiado dulce dada la acidez característica del mismo. Le doy mi aprobación.


Como curiosidad en esta variedad, observé que en el envase aparecía la marca TBC, que en este caso no se refiere a la enfermedad, sino a una importante compañía japonesa dedicada al bienestar y cuidado del cuerpo y a la belleza en general, algo de lo que saben mucho en ese país. Por lo que se ve las propiedades tanto del yogur como del aloe te hacen una piel c*jonuda, pero con una sola bolsa no me dio para notar cambios perceptibles en mi cutis.



Después la verdad es que no volví a encontrar más sabores diferentes hasta que llegamos al aeropuerto para regresar, y allí nos surtimos de varias cajas.

Me hice con una de las de té verde con flor de cerezo que ya comenté en este post anterior. Una sola chocolatina se me había hecho muy muy poco para lo deliciosa que estaba, así que me alegré muchísimo de encontrar toda una caja.

Las demás que encontramos fueron de salsa de soja, de tarta de queso con fresa, y de wasabi, ediciones limitadas de recuerdo especialmente dedicadas a alguna región nipona.


El Kit-Kat de tarta de queso es la variedad especialmente hecha para Yokohama, que por su importante puerto fue una de las primeras ciudades japonesas en tener gran influencia occidental. Es curioso, porque en cuanto abres el envase individual huele claramente a queso, algo de lo que no queda ni rastro en su sabor, con un ligero gustillo a fresa. Está bueno también, aunque no me guste demasiado la fresa (soy de las que quitan la capa de mermelada de encima de la tarta de queso).



El de salsa de soja, uno de los dos dedicados a Tokio, que se vende solo en la región de Kanto, es probablemente, el más singular de los que he probado en esta ocasión, al menos en su planteamiento. Es difícil de explicar, porque huele mucho a salsa de soja (¡!), y de hecho sabe claramente a salsa de soja, pero no es un sabor salado, y eso es bastante insólito, porque esa es precisamente una cualidad intrínseca de dicha salsa. Puede sonar asqueroso, pero no lo es en absoluto. Uno nunca sabe cómo van a funcionar estas mezclas de sabores, y esta funciona sorprendentemente bien. Es posible que sea la variedad de gusto más intensa de las que he conocido. Como el anterior, es de color blanco, así que su aspecto es muy similar por lo que no aporto imagen.




Finalmente no me decidí a comprar la variedad de wasabi, porque ya era mucho aventurarme. Lo hubiera hecho si fueran chocolatinas individuales, pero no queria comprar una caja entera, así que mi compañera de viaje Claire se ha convertido en colaboradora de este blog en esta ocasión y nos cede sus comentarios y sus fotografías.





En esta ocasión, Nestlé se asoció con la empresa Tamaruya-Honten de la región de Shizuoka para lanzar su edición limitada con sabor a este condimento dedicada a dicha prefectura. Según sus propias palabras "Está bueno, pero nada del otro mundo. Puede que pique un poco, pero muy poquito si te comes solo esas dos mini barritas". Como veís, es de color verde, igual que las especialidades con sabor a té.




Y por hoy está bien de catas, que la maleta no daba para más. Espero poder volver a explorar nuevas y sorprendentes especialidades de Kit-Kat (o Kitto-Katto) de Nestlé Japón, y aquí las veréis, en vuestro blog Wonka 70%.

lunes, 20 de septiembre de 2010

La Supertableta

Armenia nos sorprende con la tableta de chocolate más grande del mundo.
El pasado 12 de septiembre, en medio de una ceremonia en la que se dieron cita diversos medios de comunicación, la compañía Grand Candy recibió el certificado que acredita el Record Guinness.
La tableta (de 4410kg de peso, y con 5,7 m de largo y 0,25 m de espesor) fue elaborada con cacao (un 70%) de Ghana para celebrar el décimo aniversario de la empresa.

De esta forma, cosiguen batir el anterior récord, establecido en Italia en 2007 (en aquella ocasión se alcanzó un peso de unos 3580 kg).

El próximo 16 de octubre será dividida en porciones que se repartirán entre los visitantes que se acerquen a la plaza principal de la ciudad de Erevan.

Fotografías:Getty images

jueves, 16 de septiembre de 2010

¡¡¡A disfrutar todo el mundo!!!

Esto no lo he probado...todavía.





















Esto sí....




¿Se os ha hecho la boca agua?¿Estáis nerviosos? :D

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Helados Nestlé


¿Os habéis dado cuenta de que los helados Camy, pertenecientes al grupo Nestlé, un buen día pasaron a llamarse Nestlé sin más? Eso sí, manteniendo el mismo logotipo.

La gran empresa chocolatera suiza Nestlé decidió introducirse en el mercado de los helados. Uno de los hitos principales fue cuando, en 1965, adquirieron una empresa fabricante de helados de nombre Camay. Cuando pasó a ser propiedad del grupo Nestlé fue rebautizada como Camy, teniendo desde el principio las señas de identidad por las que la hemos conocido.

En 1995, Nestlé adquirió las marcas Miko y Avidesa. Ese mismo año Avidesa se fusionó con Camy y desapareció como tal del mercado. La marca Miko subsistiría unos años más.

En 2003 se fusionaron Camy y Miko para crear la marca genérica Helados Nestlé. Es decir, que no se ha debido tanto a una cuestión de imagen de marca, sino de fusiones entre divisiones empresariales.

Llámese Camy o llámese Nestlé, siendo la marca de helados de un grupo empresarial cuya actividad principal es el chocolate en todas sus formas, no es una sorpresa que presten una atención especial a sus helados de chocolate. ;)

¿Quién no se acuerda, por ejemplo, del Camy-fantasma o como se llamara? Era un helado con forma de rostro cuyos rasgos eran de chocolate, sobre fondo de vainilla. Lástima que ya no se fabrique, era un clásico.

Por cierto, entre los helados del catálogo actual de Nestlé he visto uno muy similar al antiguo Miko-lápiz, que era un helado cilíndrico de vainilla con una ‘mina’ de chocolate negro crujiente que estabas deseando llegar a ella. Y no es que Nestlé haya copiado a Miko, es que al haberse fusionado comparten todas sus ideas, es lo que tiene...

En la playa de la Magdalena de Santander hay un puesto de helados en el que hay una chica muy mona despachando que está todos los veranos. Es un puesto de helados Nestlé. Se me ocurrió que podría comprar algún helado de chocolate de vez en cuando y así ligaría con ella, además de hacer trabajo de campo para el Wonka. :D

A decir verdad, sólo lo hice dos veces, aunque debo decir que la segunda vez progresé considerablemente, pues no balbuceé al pedírselo y no se me cayó ninguna moneda sobre el mostrador al pagárselo, con los nervios. :P Voy a tener que hacer algún cursillo de ligues de verano. :D

Uno de los helados que pedí fue el Nestlé Gold, que es altamente recomendable. El de chocolate puro, sin otros sabores. Tiene una cobertura de chocolate suave y lisa y una crema de chocolate con leche de textura mantecosa...

El otro que pedí fue el Nestlé clásico (de los que tienen el envoltorio de fondo rojo con el logotipo clásico de Nestlé, como en las tabletas de chocolate). Todos esos helados de cobertura de chocolate son deliciosos, y el único inconveniente es que hay que comerlos con cuidado de que la cobertura no se resquebraje y se caiga al suelo, supongo que sabéis lo que digo... ;)

Siento no haber hecho disecciones, pero en medio de la playa, con el helado en una mano y los bártulos playeros en la otra, resultaba complicado... :D

jueves, 9 de septiembre de 2010

Telegramas de chocolate

Si alguna vez queréis transmitir un mensaje a una persona querida, existe un nuevo servicio que os permitirá hacerlo de una manera más cálida (y más dulce) que con un simple e-mail o sms. Se trata de los telegramas de chocolate.


En esta página tenéis toda la información. Os puedo contar, en resumen, que consiste en enviar mensajes breves con los caracteres grabados en relieve sobre onzas de chocolate que se juntan en su correcto orden y se empaquetan, enviándose por correo urgente a su destinatario.

Cada letra se representa con una onza de chocolate con leche, y para los espacios entre palabras se utiliza chocolate blanco. Las de chocolate con leche con las letras grabadas, supongo que se fabrican por moldeo y estampado. Una vez que está preparado el ‘bombón’ con la forma base y semifundido, se le pone el sello con la forma de la letra. Como la letra más repetida en castellano es probablemente la A, deberán tener muchos preparados con esa letra.

Por otro lado, dependiendo de lo que le guste al destinatario el chocolate blanco, habrá que optar por un mensaje con muchas palabras cortas con espacios entre ellas o, por el contrario, un mensaje con una o dos palabras largas... Porque claro, algo habrá que hacer con el chocolate después de leer el mensaje, hay una opción mejor que guardarlo de recuerdo... ;)

¡¡Muchas gracias, Coilet, por darnos la idea!!